Sucesión, a quien heredarás tu empresa?
Ya estamos viviendo en un “Nuevo Mundo”. Es importante que lo realicemos. Aquellos que cada día se exponen a infectarse son quienes se aferran a un pasado que ya no volverá jamás. ¿Podremos adaptarnos a vivir en este “Nuevo Mundo” o nos quedaremos enterrados en el pasado?
Hoy lo más importante es que no tengamos miedo a los cambios. La naturaleza cambia constantemente y recordemos que el cambio es parte de nuestra vida. El día cambia y se hace de noche y en Panamá el año pasa de verano a invierno y viceversa, de igual forma las células de nuestro cuerpo cambian constantemente.
Así las cosas, no podemos continuar dirigiendo las empresas como solíamos hacerlo, esto hoy no es suficiente.
Los tiempos cambiaron de golpe y los márgenes de ganancia también. Sin duda ahora todos seremos más cuidados con el manejo del dinero y así debe ser en este “Nuevo Mundo” que estamos por descubrir.
De nuestra actitud positiva dependerá nuestro futuro éxito profesional y empresarial.




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SUCESION FAMILIAR EN LA EMPRESA:
Hace unos meses cené con una pareja de amigos, al igual que yo, sesentones y como siempre doy vueltas al tema de la sucesión empresaria. Mi amiga me contaba su experiencia y la de su hermano. Era el sueño de su padre que su hijo continuara dirigiendo la fábrica que con mucho éxito había fundado y administrado. Decía mi amiga que eso era lo que menos le interesaba a su hermano, lo suyo era la música y que su padre tuvo que pasar por “el duelo del sueño perdido” como lo llama el Dr. Eduardo Press en uno de sus libros. El hermano nunca se encargó del negocio.
Continúo contándome mi amiga: “eran otros tiempos, porque a mi padre no se le ocurrió jamás pensar que yo podía manejar el negocio”. Una mujer dirigiendo trabajadores en una fábrica, eso no existía en esos tiempos. Sin embargo, ella me decía, “yo hubiera manejado la empresa y la hubiera hecho crecer”. Por mi parte, yo lo confirmo, no tengo la menor duda, conociendo lo profesional y perseverante que ha sido en su vida profesional.
Por fortuna, en nuestro mundo de hoy, las mujeres se destacan en cualquier actividad profesional con igual o mayor eficiencia que los hombres.